Al-Khansa (gacela) coetánea de Mahoma en el siglo VII, vivió gran parte de su vida sumida en el paganismo hasta que su tribu, los Muzar, se convirtieron al Islam. Escribió sus versos en árabe, ayudada por su hija Amra. Los temas que aparecen en su literatura son elegías a la muerte de su padre, de sus hermanos y el luto. La vida en Arabia en el siglo VII se caracterizaba por las guerras constantes entre las distintas tribus de la península, tanto sus hermanos como su padre muerieron en estas guerras. Por si fuera poco de sus tres matrimonios tuvo siete hijos, cuatro de ellos murieron en la batalla de Qadasiya, una de las primeras batallas de la historia del Islam.
Su antología poética se conserva gracias a que los erúditos islámicos las utilizaban para estudiar el Corán:
«El tiempo me ha roído, mordido y cortado.
El tiempo me ha dañado, me ha herido,
y ha destruido a mis hombres que han muerto juntos.
Esto ha conseguido inquietarme.
No había un puerto para el cruel
Que al igual que el sol halla refugio para el pueblo.
Vimos caballos galopar
y levantando polvo.
Y a los jinetes, con espadas brillantes, y grandes lanzas grises;
¿Aquel que con sus lanzas destroza cuerpos se convierte en blanco mortal de las espadas?
Derrotamos a quienes pensaban
que nunca serían derrotados.
Y aquel que piensa que no se verá perjudicado
piensa en lo imposible.
Evitamos acciones deshonrosas y honramos a nuestros huéspedes.
Y guardamos los elogios (de personas).
Llevamos las armas en la guerra
Y la seda, la lana y el algodón durante la paz . «